El realismo de García Márquez suplantó a la realidad en AL
AUSTIN, ESTADOS UNIDOS (29/OCT/2015).- Los libros de Gabriel García Márquez adquirieron tal universalidad, que se convirtieron en la versión oficial de un continente entero, América Latina, un relato que, a través de su realismo mágico, suplantó a la realidad, aseguraron hoy varios escritores colombianos en un simposio. "La gran América Latina tal y como se conocía no era la de Mario Vargas Llosa, ni la de Julio Cortázar, ni siquiera la de Carlos Fuentes. Era la de Gabriel García Márquez, que en realidad responde a una pequeña región de América Latina, el Caribe", explicó hoy el escritor colombiano Santiago Gamboa. Gamboa, junto a la también colombiana Piedad Bonnett, participó en un panel titulado "Gabo el cuentero" durante la segunda jornada del simposio "Gabriel García Márquez: su vida y legado", que la Universidad de Texas en Austin acoge con motivo de la apertura del archivo personal del nobel. "A los escritores latinoamericanos, el realismo mágico de García Márquez nos hizo bien y mal. En otras latitudes se nos encajonó", dijo Bonnett, escritora, poeta y ensayista, al reconocer que la literatura del nobel penetró de tal manera, que todo lo que se esperaba del continente era lo que él ya había escrito. Gamboa, que consideró a García Márquez un "clásico" para su generación, confesó que al leer por primera vez los libros del nobel descubrió un mundo de fantasía, una región de sueños: "Yo nunca había estado en el Caribe y esas eran unas imágenes plásticas del reino absoluto de la ficción", sostuvo. Pero García Márquez no escribía sobre un mundo de fantasía, pues Macondo era Aracataca, el pueblito aún perdido en la costa caribeña colombiana en el que nació y pasó los primeros años de su vida. Su literatura se erigió sobre sus propias experiencias: "Lo había oído de labios de sus abuelos: las historias de la compañía bananera, de la Guerra de los Mil Días. Se le ocurrió escribir algunas de esas historias en ese estilo que la academia luego tituló realismo mágico", explicó Bonnett. "Ese pasado le correspondía de manera muy particular", agregó. Fue en 1948, después del levantamiento conocido como el "Bogotazo", cuando García Márquez, que estudiaba Derecho en la capital colombiana, "comprendió" que su realidad, la caribeña, "era totalmente distinta a la bogotana" y que, además, "él tenía que contarla". Y así lo hizo: "La Colombia que presenta García Márquez es la Colombia premoderna, donde imperaban unos valores que no estaban impregnados por el valor del dinero. Está muy patente en 'El coronel no tiene quien le escriba', perfectamente equiparable con 'El Quijote', ambos hombres que despiden una época que ya no va a volver", afirmó Bonnett. "Como (Miguel de) Cervantes en 'El Quijote' -prosiguió-, nos despide de un mundo y nos alerta que el mundo de la modernidad se abre para los demás y que eso es irreversible. Con tristeza y con ironía, porque sería muy ingenuo querer sostener ese mundo". Para Gamboa, esa estética de García Márquez "se cierra en sí misma", un genero que el nobel "agota", de forma que "solo queda la copia". La Universidad de Texas adquirió hace un año los documentos personales de García Márquez a la familia del nobel por 2.2 millones de dólares y organizó este simposio para acompañar la apertura a la investigación de su archivo, oficializada la semana pasada. Mañana, viernes, el director de la Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano, Jaime Abello, participará en el panel "Gabo el periodista", mientras que uno de los hijos del escritor, el cineasta Rodrigo García, contará la faceta más cinéfila del nobel en "Guionista de Cine y Musa".
El simposio lo cerrará la escritora y periodista mexicana Elena Poniatowska, ganadora del Premio Cervantes en 2013 y amiga de García Márquez.
Al descubierto, amistad de García Márquez y Fidel Castro
Por su amistad con Fidel Castro, a Gabriel García Márquez le vetaron la entrada a Estados Unidos durante años. Ahora, con la apertura del archivo personal del nobel colombiano, precisamente en Texas, quedaron al descubierto sus momentos más íntimos con el revolucionario cubano.
"De Fidel hay muchísimo", explicó Daniela Lozano, una de las archiveras del Centro Harry Ransom de la Universidad de Texas en Austin, que durante el último año ha catalogado los manuscritos, cartas, fotografías y demás objetos del archivo que esta institución adquirió a la familia de García Márquez.El líder cubano aparece con frecuencia en los cuatro álbumes titulados "La Habana", con fotosde los dos en ambientes familiares: relajándose en un yate o asando una cabra. En otro álbum, llamado "Fidel - Birán", se documenta la visita que Castro y García Márquez hicieron en 1996 a la pequeña localidad en la que nacieron el ex presidente cubano en 1926 y el actual mandatario, Raúl Castro, cinco años después. Castro también aparece en el álbum titulado "Amigos", junto a otras fotografías de García Márquez con Woody Allen, Carmen Balcells, Luis Buñuel, Julio Cortázar, Carlos Fuentes, Graham Greene, Milan Kundera o Pablo Neruda; y en el álbum "Gabo con presidentes", departiendo con Bill Clinton o Mijail Gorbachov. "La figura de García Márquez como amigo de Fidel es algo sobre lo que se ha escrito mucho, pero no se ha profundizado", afirmó Gabriela Polit, profesora del Departamento de Español y Portugués de la Universidad de Texas, al afirmar que los archivos "hay que verlos con calma" y que "pueden dar lindas sorpresas". García Márquez formó parte del grupo de periodistas que fundó la agencia de noticias cubana Prensa Latina poco después del triunfo de la revolución, en 1959. Empezó en Bogotá, y en 1961 abrió las oficinas de la agencia en Nueva York, momento en el que el FBI, dirigido por Edgar Hoover, empezó a seguir todos los pasos del escritor colombiano por su afiliación a la Cuba de Fidel Castro. El propio Hoover firmó la orden el 8 de febrero de 1961 de que "en caso (de) que (García Márquez) entre a Estados Unidos por cualquier motivo, el FBI debe ser avisado de inmediato", según una investigación reciente publicada por The Washington Post. Años más tarde, ya instalado en Ciudad de México, Estados Unidos le negó el visado de entrada al país por su cercanía con Castro. Un veto que levantó Bill Clinton, reconocido admirador del nobel colombiano, después de ser elegido presidente. "García Márquez escribió una novela -'Cien años de soledad'- que terminó siendo la novela favorita de Bill Clinton, que hizo que todas las exclusiones que él sufrió para entrar en Estados Unidos se eliminasen para poder invitarlo a la Casa Blanca y hacerse amigo suyo", relató César Salgado, profesor puertorriqueño de la Universidad de Texas. El archivo personal de García Márquez no solo contiene un rico material gráfico con el líder revolucionario, sino también libretas con anotaciones inéditas sobre sus viajes a Cuba, además de un discurso y tres artículos mecanografiados por el propio Castro. "Él tenía la facilidad de hablarle al oído a los poderosos. Por alguna razón desarrolló esa habilidad particularmente con Fidel", dijo Salgado, al constatar que el escritor intercedió para ayudar a disidentes a salir de la isla o con la fundación de la Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de Los Baños. El propio Castro, en 2008, calificó una visita de García Márquez y su esposa, Mercedes Barcha, como las "horas más agradables" desde que enfermó en 2006 y tuvo que delegar todos sus cargos. En entrevistas y artículos, Gabo alabó siempre la "inteligencia política" de su amigo, su "instinto" y su "curiosidad infinita", al tiempo que lo acompañó a discursos, fiestas y eventos. Los momentos más íntimos de esa relación, que traspasó la camaradería y se convirtió en una amistad a prueba de fuego, quedaron desde esta semana al descubierto con la apertura de su archivo personal en Texas.
El FBI espió a García Márquez por 24 años: Washington Post
El FBI mantuvo una vigilancia de 24 años al colombiano Gabriel García Márquez, incluso durante los años en que se consagró como escritor a nivel internacional, según documentos desclasificados de la agencia federal dados a conocer hoy por el periódico The Washington Post. El medio impreso informó que a petición suya la agencia federal desclasificó 137 páginas de una investigación desarrollada durante más de dos décadas y que revelan que el galardonado escritorfue vigilado desde el año 1961, cuando se alojó durante un mes en el Hotel Webster, en Manhattan, acompañado de su esposa y su primogénito Rodrigo García. En aquel entonces, García Márquez llegó a NuevaYork para trabajar como empleado de la agencia de noticias cubana Prensa Latina, y con el tiempo se volvió un amigo cercano del líder cubano Fidel Castro, no obstante "las motivaciones del FBI para investigarlo son poco claras", reconoció el medio. Los documentos desclasificados no dan pistas de que al premio Nobel de Literatura se le abriera una investigación criminal, aunque la agencia federal mantiene aún 133 páginas clasificadas y sin ser puestas de conocimiento público. Según se desprende de los documentos, la orden para que se le abriera un expediente interno al colombiano habría provenido del propio director del FBI en aquellos años, Edgar J. Hoover, quien instruyó de que la agencia sea avisada de inmediato si el escritor "entra a Estados Unidos por cualquier propósito". En los primeros reportes sobre las actividades del autor de "Cien años de Soledad" (1967), figura que el colombiano pagó una tarifa de 200 dólares mensuales por alojarse en el hotel de Nueva York, y que el FBI mantuvo contacto con por lo menos "nueve informantes confidenciales" que detallaban los pasos del escritor y periodista. El medio hace eco de que el FBI, ajeno a la trascendencia que el colombiano iba adquiriendo en el mundo de las letras, inicialmente confundió su nombre y etiquetó su archivo bajo el rótulo de José García Márquez, en el que con los años se acumularon reseñas y perfiles escritos por medios como el Times, The New York Times y publicaciones en español. Su hijo Rodrigo García, hoy cineasta radicado en Los Ángeles, señaló al medio que su familia no tenían pistas de que su padre fuera objeto de una investigación por parte del FBI, aunque la noticia no le sorprende. "Considerando el hecho de que este colombiano estaba en Nueva York para abrir una agencia de prensa cubana, hubiera sido inusual que no lo espiaran", señaló Rodrigo García, quien reveló que pocos meses después su padre fue despedido de la agencia estatal de noticias por no ser "suficientemente radical". "El nunca perteneció a ninguna organización política", destacó el realizador y productor cinematográfico, quien rememoró que por esos años en más de una ocasión su padre mencionó que había descubierto que en su camino de regreso a casa era seguido por dos hombres que hablaban entre ellos mediante susurros. Conforme su prestigio en el mundo de las letras iba en aumento, García Márquez entabló amistad con dignatarios internacionales, entre ellos el francés François Mitterrand y el expresidente estadounidense Bill Clinton, quien durante sus años universitarios fue un lector de la obra del colombiano. El expediente del escritor, que contiene entradas con fechas de hasta los primeros años de la década de 1980, se suma a otros también relacionados a seguimientos de políticos, artistas y escritores, ordenados todos por el controvertido director de la agencia, Edgar J. Hoover. Gabriel García Márquez falleció el 17 de abril de 2014, en su residencia de Ciudad de México, a la edad de 87 años.
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